¿Sabías que el sentido propioceptivo es uno de los grandes aliados para que niños y niñas puedan autorregular sus emociones y movimientos? Sin embargo, muchos hogares desconocen cómo estimularlo de forma sencilla y efectiva.
Este artículo te guiará paso a paso para entender qué es la estimulación propioceptiva, por qué es clave para la autorregulación y cómo implementarla con actividades cotidianas en casa. Perfecto para familias, educadores y terapeutas que buscan apoyar el desarrollo sensorial de forma práctica y respetuosa.
¿Qué es la estimulación propioceptiva?
La propiocepción es el sentido que nos informa sobre la posición y movimiento de nuestro cuerpo en el espacio, así como la fuerza que aplicamos en nuestras acciones. Es gracias a este sentido que podemos caminar sin mirar los pies, coordinar movimientos o saber cuándo estamos sentados con buena postura.
Cuando la estimulación propioceptiva es adecuada, el sistema nervioso recibe señales que favorecen la calma y el equilibrio interno, facilitando la autorregulación emocional y física.
¿Por qué es importante la estimulación propioceptiva para la autorregulación?
Niños con dificultades para regular emociones o comportamientos, como muchos niños neurodivergentes, suelen beneficiarse enormemente de actividades que aumentan la estimulación propioceptiva, porque:
- Reduce la ansiedad y el estrés
- Mejora la concentración y atención
- Favorece el control de impulsos y movimientos
- Ayuda a organizar el cuerpo para actividades cotidianas
Ideas cotidianas para estimular la propiocepción en casa
A continuación, te compartimos actividades sencillas que puedes incorporar en la rutina diaria, sin necesidad de equipos especiales.
1. Abrazos profundos
Un abrazo firme y sostenido por algunos segundos envía señales calmantes al sistema nervioso. Puedes aprovechar momentos de juego o afecto para practicar abrazos profundos.
2. Actividades de empujar y tirar
Animar al niño a empujar muebles, cargar cajas o tirar de una cuerda ayuda a activar los receptores propioceptivos en músculos y articulaciones.
3. Saltos y brincos
Saltar en un trampolín pequeño o simplemente brincar en el lugar son formas divertidas de estimular el sentido propioceptivo y vestibular.
4. Masajes y presiones
Masajear suavemente brazos y piernas o usar una pelota de masaje en la espalda puede mejorar la conciencia corporal y aportar calma.
5. Caminar con carga
Llevar una mochila con peso moderado (libros o botellas de agua) por la casa o en paseos ayuda a aumentar la entrada propioceptiva.
6. Rodar y enrollarse
Rodar sobre una colchoneta, enrollarse en una manta o acurrucarse en un cojín son actividades que aportan estimulación profunda y confort.
7. Juegos con resistencia
Actividades que implican resistencia, como apretar una pelota antiestrés o exprimir plastilina, favorecen la propiocepción manual.
Consejos para integrar la estimulación propioceptiva en la rutina familiar
- Escucha las señales del niño: cada persona responde distinto a los estímulos.
- Integra las actividades en juegos y momentos de diversión.
- No fuerces la estimulación si el niño muestra rechazo o incomodidad.
- Consulta con un terapeuta ocupacional para recomendaciones personalizadas.
¿Dónde encontrar recursos y herramientas?
En Sensomundo encontrarás una variedad de productos diseñados para apoyar la estimulación propioceptiva, como:
- Cojines sensoriales y mantas con peso
- Pelotas de diferentes tamaños y texturas
- Fidgets y herramientas para manos
- Materiales para juegos de resistencia
La estimulación propioceptiva es una herramienta poderosa para ayudar a niños y niñas a encontrar calma y equilibrio en su cuerpo y emociones. Con ideas simples y cotidianas puedes hacer una gran diferencia desde casa.
Incorporar estas estrategias no solo favorece la autorregulación, sino que también promueve el bienestar integral y la confianza en uno mismo.